¿Eres consciente de tu consciencia?

¿Alguna vez te has sentido atrapado en un torbellino de emociones, pensamientos o instintos que parecen dominarte por completo?

¿Eres consciente de tu consciencia?

Nuestra conciencia se manifiesta a través de tres centros principales: la mente, el bazo y el emocional. Cada uno nos brinda una forma particular de percibir y reaccionar ante la vida, y dependiendo del nivel de frecuencia en el que nos encontremos, esta percepción puede ser una cárcel o una puerta hacia la expansión.

Imagina que tu mente está en un estado de baja frecuencia. Puede sentirse como un juez implacable que repite sin cesar pensamientos de insuficiencia, culpa o temor. Las decisiones se vuelven pesadas, llenas de dudas y parálisis. La mente, cuando opera desde el miedo, construye laberintos en los que el futuro es incierto y el pasado pesa demasiado. Pero cuando la frecuencia se eleva, esta misma mente se convierte en una aliada: clarifica, analiza con sabiduría y aporta soluciones creativas.

El centro esplénico, nuestro radar instintivo, nos conecta con el presente de manera visceral. En una vibración baja, el bazo nos sumerge en la ansiedad, la hipervigilancia y una sensación constante de peligro. Se siente como si cualquier paso en falso pudiera traer consecuencias irreversibles. Sin embargo, cuando la conciencia se expande, el bazo nos brinda una sensación de seguridad interna, una guía sutil pero poderosa que nos orienta con certeza y sin temor.

Y luego está el centro emocional, el mar en el que oscilamos entre olas de euforia y marejadas de tristeza. En sus estados más densos, las emociones pueden arrastrarnos como una tormenta incontrolable, nublando nuestra percepción y llevándonos a actuar impulsivamente o a reprimir lo que sentimos. Pero en un estado elevado, la ola se convierte en un flujo armonioso que nos permite sentir sin perdernos, aprender de nuestras emociones sin ahogarnos en ellas.

Cada uno de estos centros es una vía para experimentar la realidad. Ninguno es bueno o malo en sí mismo; todo depende de cómo los habitamos. La clave está en observar dónde estamos y hacer pequeños ajustes que nos permitan elevar nuestra conciencia. Con práctica y autoconocimiento, podemos transformar el miedo en confianza, la ansiedad en intuición y la reactividad emocional en una expresión auténtica del ser.

Explorar estos estados no es un proceso lineal, pero cada paso consciente nos acerca a una vida con más claridad, estabilidad y conexión. ¿Te has preguntado desde qué frecuencia estás operando hoy?

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Te envío un abrazo de luz y amor 💞

Yuleika