Y yo, ¿Qué tipo de padre/madre soy?
- Yuleika
- 13 abr
- 2 Min. de lectura
Como padres, a menudo nos enfocamos en entender a nuestros hijos, en sus emociones, necesidades y comportamientos. Pero, ¿qué pasa con nuestra propia energía? Nuestro Diseño Humano también juega un papel clave en la manera en que criamos, en cómo reaccionamos ante los desafíos y en la dinámica que establecemos con nuestros hijos. Criar desde la conciencia implica conocernos primero a nosotros mismos para no repetir patrones automáticos ni criar desde el condicionamiento.
Y yo, ¿Qué tipo de padre/madre soy?

Cada tipo de energía en el Diseño Humano tiene su propia forma de actuar y relacionarse con el mundo. Los padres Generadores, por ejemplo, pueden sentirse frustrados si no tienen el tiempo suficiente para responder a sus propios intereses mientras crían. En su caso, la clave está en encontrar un equilibrio entre la energía invertida en la familia y la energía dedicada a lo que les genera satisfacción personal. Tomarse pequeños momentos para hacer lo que les enciende, como bailar, escribir o simplemente respirar profundamente antes de responder a sus hijos, puede marcar la diferencia.
Los Manifestadores, que tienen un impulso natural para tomar acción y liderar, pueden chocar con la necesidad de informar y considerar el ritmo de sus hijos. Si un padre Manifestador se siente constantemente interrumpido, puede reaccionar con enojo o impaciencia. Para ellos, una estrategia efectiva es anticiparse y comunicar sus intenciones con claridad: "Voy a tomarme cinco minutos para respirar antes de seguir con esto, luego podemos hablar". De esta manera, regulan su energía y evitan actuar desde la reacción.
Los Proyectores, que tienen una energía más intermitente, pueden sentir que el ritmo de la crianza los agota, especialmente si intentan sostenerlo como un Generador. Para ellos, es fundamental reconocer su propia necesidad de descanso y no sobrecargarse con expectativas irreales. Buscar momentos de pausa, recibir apoyo de la pareja o la familia y validar su forma de ver el mundo les ayuda a mantenerse presentes sin agotarse.
Los Reflectores, tan sensibles a su entorno, pueden verse sobrepasados por la intensidad emocional de la crianza. Si un padre Reflector se siente abrumado, necesita darse el espacio para procesar sin culpa. Tomar momentos de soledad o escribir sobre sus emociones puede ayudarles a descargar el peso de la energía acumulada y volver a conectar con sus hijos desde la calma.
Criar desde la conciencia implica también mejorar nuestra comunicación. A menudo, los conflictos con nuestros hijos surgen porque no nos sentimos escuchados o porque no sabemos cómo validar sus emociones sin imponer las nuestras. En este sentido, el taller "Hablar y escuchar desde el corazón" es una herramienta valiosa para aprender a comunicarnos de una manera más amorosa y efectiva. A través de estrategias prácticas, te ayudará a fortalecer el vínculo con tu hijo, fomentando una relación basada en la comprensión mutua y el respeto.
Si logramos regularnos, entender nuestra energía y comunicarnos desde el corazón, la crianza deja de ser una lucha para convertirse en un camino compartido de crecimiento y amor. La clave está en conocernos, permitirnos ser y acompañar a nuestros hijos desde ese mismo lugar de autenticidad.
Te deseo todo lo mejor y te envío un abrazo de luz y amor
Yuleika
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