Escucho mi respiración, una consciencia se activa, comienzo a despertar y miro a mi alrededor, siento que llegué a algún lugar en un espacio y un tiempo que ya estaba establecido y… todo comienza a ser percibido a través de mi mientras vivo lo que creo Ser. ¿Qué hago aquí?
Risas, juegos, música, placer, sorpresas, la aventura comienza entre frecuencias de dolor, miedo y una especie de borrachera álmica. No entiendo mucho lo que pasa, pero mi cuerpo duele y se agita, busco la manera de expresarlo…
Lloraba mucho, según me han contado, tanto que mi madre no podía descansar y se le rompieron los puntos de la cesárea, no fue un parto fácil, ni bonito para ninguna de las dos. Según la historia contada yo no podía salir pues el canal era muy estrecho y, aunque hacía el esfuerzo nunca lo logré, no sé bien si dejé de luchar o mamá lo hizo porque la verdad es que llegamos ambas a casi morir en el intento de nacer, ella se desmalló y yo, pues no sé, no me contaron más que me dejaron con ella en la noche, a pesar de haber sido una cesárea y ella estar débil, pero así era mi mamá, tenía una fuerza de voluntad y resistencia para grandes desafíos y bueno aquí estaba yo, siendo uno de ellos. El asunto es que lloraba y lloraba y mamá me caminaba para calmarme. Creo que no me gustó aterrizar en este viaje fue un aterrizaje forzoso, pero bueno así estaba programado para que ocurriera, pues allí está el primer desafío de encarnar en un cuerpo tan frágil y sensible que es recibido en un contexto de miedo, dolor, culpa e inmadurez.
Estar aquí siendo la primera hija de mis padres, en realidad era un aprendizaje y una bienvenida a la vida humana, mi alma lo sabía pero mi cuerpo apenas adaptándose a la gravedad, el aire, los ruidos, etc… fuera de mi cápsula viva de viaje se pone tenso y usa el mecanismo de los bebés humanos, el llanto para liberar la sensación de miedo, melancolía y me atrevería a decir si pudiera ponerle palabras de una frase que diría “¿Quién me mando a inventar este viaje? Yo no quiero estar aquí, me equivoqué”, es decir un reclamo a mi mismidad divina y creadora. No lo vean con tanto drama porque tampoco, es sólo una voz que dentro de mí me recuerda lo que pudo haber ocurrido a mi consciencia de pasajero en este vehículo humano.
Afuera había fiesta, celebraciones, comida, bebida y, según me cuentan fueron varios días donde se brindaron los miaos, los míos si, antes de celebraban los miaos, cosas del lugar donde llegué, nací en Caracas, Venezuela, un territorio que se encargó de llenarme de historias de héroes, colonizadores y petróleo que nos hacía ricos. De comer arepas y celebrar cada cumpleaños, bautizos, primera comunión, matrimonios, navidades, día de las madres, del padre, graduaciones y un largo etc. en Venezuela celebramos por todo y cada ocasión o encuentro es motivo de alegría.
Sigamos, según la astrología soy de signo virgo con ascendente acuario, según la astrología china soy caballo de fuego, según la numerología mi misión de vida es 7, según el Diseño Humano soy generadora manifestante de perfil 1/3. Lo cierto es que cada vez que encontraba una explicación de lo que debería hacer por ser parte de esos arquetipos, me quedaba con algo pendiente, lo que más me ha parecido hasta ahora cercano a la verdad de lo que soy es el Diseño Humano pues va a ese espacio micro del mundo cuántico invisible en el comportamiento de nuestro ADN, que es el código receptor y transmisor de la frecuencia que vibramos al Ser Humanos.
Bueno, vivir en mi es una aventura donde mi pasajero, el que observa y es observado, se mete en cada lío tratando de conseguir comprender por qué o para qué está aquí, transitando este programa llamado vida en la tierra como humano y que opera en ciclos de día y noche donde vamos moviéndonos en la nave maestra, el planeta que nos ofrece diversos paisajes y sensaciones a lo largo del recorrido.
Un día a la vez, así vive la consciencia que habita en mí, cada día se dispone a ver a través de mí, para tomar muestras, a la vez que me capacita para ser vista por otros e interactuar como si supiéramos lo que estamos haciendo en un gran juego de roles. ¿Cuál es mi papel y para qué lo elegí, por allí lo iré contando después…
Gracias por leerme
Te envío un abrazo de alma a alma que en su solitario camino se saluda desde el Amor.
Yuleika Coromoto Guzmán Rojas
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