La sexualidad desde el centro sacral
Hay varias consideraciones que tenemos que tener en cuenta con este centro:
Es un motor que tiene un formato de energía, es decir opera en pausa para recarga y acción para movernos hacia el placer de crear lo nuevo, concentrarnos en lo que hacemos o transformarnos en el proceso.
Esta energía a su vez puede comportarse como una energía Yan que busca penetrar para lograr la intimidad necesaria para la co-creación, o puede comportarse como una energía Yin que está a la espera de la activación del proceso creativo en su aspecto de transformación y posterior materialización
Puede moverse en el hacer hacia la experimentación del máximo potencial del cuerpo humano en el sentir y el placer o hacia el movimiento rítmico en los tiempos que su naturaleza le indique , o hacia el descubrimiento de lo nuevo que tiene la llave para abrir una manifestación innovadora de la energía misma.
Todo esto en la complejidad maravillosa de sus distintas conexiones a otros centros como el bazo, la raíz, la garganta, el Ser o el emocional. No tiene acceso a la mente, la corono ni el ego. Lo que significa que es una energía que no tiene por qué pensar o seguir la voluntad, por eso desde el NO-Ser tanto la mente como la voluntad buscan controlarlo.
Cuando lo llevamos a la sexualidad y está conectado con el Centro Bazo, la consciencia del bienestar, entonces surge la consciencia de que tenemos la posibilidad de cuidar de nuestra sexualidad y hacernos responsables de las consecuencias de la misma. Hemos buscado, desde la mente y el ego, regular la energía por miedo a tener hijos, trabajos, parejas, etc… de los cuales nos tenemos que hacer responsables (Centro Mente y Ego) y si no nos sentimos capaces lo evitamos de forma consciente, con métodos de anticoncepción, no sólo de hijos, sino también de ideas, de sueños, de opiniones distintas por miedo a no pertenecer, a quedarnos solos, a que no nos quieran. Esta sexualidad se vive con miedo y nos hemos creado un montón de conceptos, creencias y maneras de bloquear el placer y el gusto de la entrega a la nutrición de una relación interpersonal y de trabajo con la vida por no creer que podemos ser suficientes para nutrirla y protegerla. Por eso abandonamos antes de ser abandonados, o ni siquiera iniciamos una nueva relación o un nuevo trabajo porque creemos que no lo haremos bien.
Por el otro lado conecta con la consciencia del espíritu y las emociones, es una energía que busca la verdad en el otro, que quiere experimentar lo nuevo, que reconoce que es fuente de creación con solo estar presente. Y desde el miedo la hemos convertido en una fuente de descontrol, de rebeldía y de demostración de poder al querer someter, obligar al otro a lo que creemos debe ser. Aquí desarrollamos la necesidad del otro en nuestra vida, creemos que sin el otro no somos capaces de experimentar la completud de lo que somos, por lo que la búsqueda constante es hacia la unión en la pareja o en las sociedades o relaciones de negocios. Se crean entonces los convencionalismos sociales, las normas que regulan el comportamiento y lo que debe ser una familia, un negocio una relación en la que cada uno tiene su rol, su papel, su lugar y, si no cumplimos con eso, somos señalados como incompetentes para el trabajo o para la relación.
Así que como podemos ver, desde el miedo, la energía de los centros es condicionada por la visión que tienen de ella los centros que no la conectan, que no la conocen y desde el paradigma de la división, el control y el poder del más fuerte, hemos construido un sinnúmero de barreras para la expresión sana y libre de nuestra capacidad sexual y creativa de este centro.
El sacral es el centro del placer, del gusto por lo que se hace con el cuerpo y desde el cuerpo y requiere la aceptación y reconocimiento de lo que somos para que su energía pueda irradiar desde la raíz, hacia arriba y hacia las consciencias, la fuerza de nuestro Yo superior expresándose en la materia.
¿Cómo está tu centro sacral, definido, no definido, qué conexiones tiene?
Investiga sobre tu naturaleza en la energía sexual y sorpréndete al descubrir la fuerza sanadora que contiene.
Un abrazo de luz y amor a tu Ser
Yuleika
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