Desde el Diseño Humano existe una diferencia entre los centros de energía que se encuentran definidos o no.
Los que se encuentran definidos, coloreados en su Carta, tienen una forma fija y constante de ser vividos, es decir , la persona que tienen sus centros definidos vive esa información bioenergética de una manera predeterminada todo el tiempo desde que nace hasta que muere. Son emisores de esas cualidades bioenergéticas. Mientras que los que tienes esos mismos centros abiertos o no definidos, en blanco, lo viven como receptores y posteriormente emisores de esa misma información y dependen de la interrelación con otros.
La interacción entre dos personas cuyos centros están uno definido y el otro sin definir es de aprendizaje para la evolución. De allí la importancia de conocer cómo somos, pues es eso lo que estamos destinados a mostrar y enseñar a los demás.
Si no vivimos correctamente nuestro diseño siento seres satisfechos, en paz, exitosos y sorprendidos en la vida, estamos contribuyendo de manera inconsciente a que se desvirtúe lo verdadero en nosotros y en nuestro entorno.
Muchos conflictos que tenemos a nivel global se determinan porque la mayoría de la población mundial tiene un diseño para vivir en placer, en satisfacción por todo lo que hace, con quien está y el ambiente donde se relaciona, pero al no saber qué es eso con claridad, pasa a formar parte del gran número de personas insatisfechas, amargadas, llenas de rabia y desilusión que son consecuencia de desvirtuar nuestra naturaleza.
Por eso es importante asumir el reto de conocernos realmente y tomar las riendas de nuestra naturaleza bioenergética para contribuir con lo que somos verdaderamente y salir del Sistema de condicionamientos en los que esta sociedad de etiquetas no ha encerrado al hacernos creer que todos tenemos que SER de una manera para ser buenas personas, exitosas personas, productivas personas, etc…
Si tenemos consciencia de nuestra forma de ser entonces estaremos enseñando a quienes lo necesitan la forma correcta de pensar, sentir, hablar, hacer, reproducir, crear, motivar, inspirar, cuidar nuestra salud, relacionarnos, sentir y Ser…
Lo que eres es lo que sientes te hace feliz, pero, ¿Te has detenido a preguntarte eso? ¿Qué es lo que te hace feliz? Con el bombardeo de información que nos llega de cómo debemos pensar, sentir, vestirnos, estudiar, trabajar, relacionarnos, etc… cuesta un poco más asumir una identidad propia.
Despertemos a nuestra realidad, en ella sólo nosotros somos los protagonistas y quienes nos rodean son protagonistas de sus propias historias, así desarrollamos juntos las escenas de nuestra película llamada Vida…
Yuleika Guzmán
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