El placer de pensar
Soy una persona que nació con un imperativo genético para procesar pensamientos fijos, tengo un punto de vista de la vida que condiciona a quienes están cerca de mí.
Mi forma de pensar es un proceso de experimentar el caos en la información. Me llegan imágenes, ideas, observo cosas y no comprendo a veces eso que miro, pero dentro de mí siento la certeza de que hay algo importante que descubrir.
Los procesos de la mente son espontáneos, naturales, ocurren como el fluir suave de un río que arrastra información en sus aguas. Esa información fluye y en ocasiones, ocurre la densificación de ese fluir en una idea clara, en una imagen, en un entendimiento que, de pronto, aclara todas las cosas.
Sólo comprendo lo que ya pasó y lo que me pasa ahora con eso que ya pasó, me cuesta mirar atrás y quedarme allí, pues soy una promesa del futuro. Mi pensamiento advierte de lo que viene, de lo que está por llegar a todos los que me escuchan.
Tengo una forma única y original de procesar mis imágenes y voces internas, no soy emocional, por lo que el desarrollo de mis ideas no necesariamente contiene un contenido emocional, pero sí la alta frecuencia del Amor, ese que se traduce en sentimiento, en movimiento, en acciones concretas. Siento el dolor de lo humanamente vivido antes y me llegan las comprensiones.
Para mi pensar es natural y es placentero, dejarme llevar por las inspiraciones que en las primeras horas de la mañana me motivan a plasmar una nueva idea en un programa de desarrollo humano, o en hacer una síntesis de varias técnicas que pueden dar mejor respuesta. O en crear algo que nadie ha hecho y que no es nuevo, lo nuevo es su aplicación a favor de la vida. Estar en silencio contemplando un árbol o el mar o a alguien son espacios de inspiración que son orgásmicos, divinos.
Si, para mi definitivamente pensar es un placer y sólo es así en la relajación, en la confianza de saber que a veces no voy a entender y en muchas otras lo haré sólo después de vivir lo que toca. Es grato dejarse llevar por la sincronía de la vida y que esa fuerza superior sea quien opere en tu cabeza.
Si tienes una corona y mente definida por el canal 64-47,
comprenderás lo que digo y si no la tienes, incluso es más placentero que para mí porque eso hace que puedas intensificar mi energía, llegar al éxtasis de la compresión de las historias del pasado para hacer el viaje al futuro. Así surgen los grandes filósofos, los fenomenólogos, los que imaginamos un mañana diferente al pasado pues eso ya pasó.
Si eres receptivo en esos centros, cuida querer entenderlo todo, pues no todo es necesario entender, enfócate siempre en tu sentir y confía que lo que llega a ti será lo mejor porque elegiste a las personas correctas para alimentar tu mente.
Para mantener mi mente en orden y centrada, medito, hago silencio externo, me quedo conmigo y lo que siento y espero que llegue la información, lo hace por ciclos, en paquetes que bajan con gráficos, imágenes y sensaciones que luego mi mente busca transformar en palabras, modelos, técnicas, programas o formas adecuadas para la comprensión en lo cotidiano. Aquí la clave es saber esperar a que haya receptividad para lo que veo, lo que pienso y lo que creo. La puerta 43 necesita tiempo para procesar una clara idea o comprensión de algo. Además de tener una propia voz que guía ese proceso. Tengo una barrera que filtra aquello que no está alineado con mi Ser, pudiendo así dejar de escuchar u olvidar asuntos que no nutren o son importantes para mis conclusiones o creencias.
La paciencia es una gran virtud que hay que desarrollar, paciencia con los procesos, soltar la urgencia de entender y sustituirlo por el placer de sentir y vivir, la comprensión llegará en el momento perfecto.
Por la influencia de Plutón y Urano, mis ideas son explosivas, revolucionarias, modernas a veces no comprendidas en el momento. Traen cambios repentinos, así como repentinamente puedo también cambiar de punto de vista. Proceso las cosas en silencio y soledad pues me gusta escuchar a mi mente superior cuando me susurra. Cuando me trae la verdad desde mi Ser. Neptuno pone un cierto velo místico que a veces me impide la claridad, pero cuando me relajo, me permito mirar por ese instante infinito y contemplar la verdad de lo que Es, abandonando la ilusión del Maya y entrando en la completud del Todo. Profundizando en los misterios de mi Ser, escuchando mi propia voz que llega desde el infinito espacio del saber. Son procesos de mucha autorreflexión y que prefiero vivir a solas con mi mismidad, en el refugio de la música y sus acordes que me apoyan a darle forma, sonido y sentido a mi pensar.
Mis palabras claves en el pensar en alta frecuencia son: Imaginación, iluminación, trasmutación, transfiguración, revelación y epifanía para inspirar y conceptualizar lo que vivo y observo.
Pensar es un placer y espero que puedas disfrutarlo tanto como lo hago yo.
Si deseas conocer cómo es tu forma de pensar, haz contacto y con mucho gusto te doy la información para que sigas tu propio camino en calma.
Un abrazo de Luz y Amor a tu Ser.
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